Existen gran variedad de vinagres producidos con frutas, vegetales e incluso hierbas, dependiendo del lugar donde lo realicen, pero los más conocidos son los siguientes.
Vinagre de vino: Es el más conocido de todos, se produce con diversas clases de vino y es frecuentemente empleado en recetas con pescado y ensaladas.
Vinagre blanco: Es el más fuerte de todos, se produce con la fermentación pura del alcohol de la caña de azúcar, y debido a su sabor fuerte es reducido con agua hasta al 10%. Algunos gastrónomos lo emplean como aderezo, pero sus usos más frecuentes son en sustancias para la limpieza doméstica y como resaltador de los colores en las telas.
Vinagre de manzana o sidra: Debido a su sabor marcado y color dorado es muy utilizado para acompañar ensaladas, especialmente de frutas.
Vinagre de Jerez: Este vinagre, como su nombre lo indica, es elaborado con el vino de jerez, y es especial para ser consumido con carnes rojas, lechugas y otras legumbres.
Vinagre balsámico: Es sin lugar a dudas uno de los más apetecidos a nivel gastronómico, pues debido a su sabor ligeramente agridulce y su color oscuro es apropiado para aderezar diversas clases de ensaladas. Sus orígenes provienen de Italia y se prepara con el jugo de la uva.
También es posible tomar algunos tipos de vinagres y darles sabor de frutas u otras hierbas, esto siempre y cuando sean de buena calidad como lo son el de manzana, vino o jerez.